Hernán Brienza, Casa de la Cultura Salta, feb 2013 |
En su disertación, Brienza se centró en la figura del caudillo, personaje histórico tan afamado como denostado a la vez.
Según Max Weber, el caudillismo es una de las justificaciones para fundamentar la legitimidad de una dominación, y se caracteriza por "la autoridad de la gracia (carisma) personal y extraordinaria, la entrega puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la capacidad para las revelaciones, el heroísmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Es esta autoridad "carismática" la que detentaron los profetas o, en el terreno político, los jefes guerreros elegidos, los gobernantes plebiscitarios, los grandes demagogos o los jefes de los partidos políticos."
Partiendo de tal definición Brienza distingue tres etapas en la construcción del caudillaje en nuestro país. La primera de ellas se da con el llamado "caudillismo de Mayo", sucedido en tal revolución y que marcó el inicio de Artigas como caudillo y líder oriental.
La segunda etapa refleja la discusión entre Unitarios y Federal (1920), en un clima de las masas populares del interior del país que se expresan anárquicamente (las provincias se oponen férreamente a la administración central de Buenos Aires). En un época atravesada por la guerra civil (iniciada por la discusión sobre quién explotará la minas de Famatina) el caudillaje -en ésta etapa- se identifica con las ideas de Istanislao López.
En la última etapa Brienza distingue a un caudillaje estructurado y con una finalidad directa: pelear por la construcción de un Patria que cumpla con el lema de la Revolución de Mayo; una Patria más equitativa, inclusiva y federal. Las ideas de Peñaloza y López Jordán, entre otros, son decisivas.
Finalizando su disertación el politólogo rescata una reflexión generadora de ásperos debates a lo largo de la historia: aquella falsa dicotomía que expresa la generación del caudillaje a partir, estrictamente, de una separación estrictamente geográfica y territorial (las provincias vs. Bs. As.) remarcando que su raíz no solo se basa en esta causalidad, sino que además "se trata de una división ideológica y de contenidos políticos". Utiliza un ejemplo claro y concluyente: "Güemes no fue caudillo (sólo) por haber nacido en Salta, sino por haber planteado la reforma agraria, enfrentándose a la oligarquía agraria)
Para Brienza -y opinión a la cual suscribe también el cronista- el caudillo no era sinónimo de "salvaje", barbarie o autoritarismo -definiciones asignadas por Sarmiento en el "Facundo"- que a su paso solo causaba desmanes y saqueos, sino que se trataba de una figura política, identificada con las masas populares y arraigado a la necesidad de emancipación de estos sectores y cuya única finalidad era el planteamiento concreto de las ideas reconocidas por la Rovolución de Mayo: igualdad, equidad e inclusión.
En su exposición, el diputado Kosiner recordó la figura del Gral. Güemes en su paso por la gobernación de la provincia, quien fuera "electo por la voluntad popular por el Cabildo de Salta". Destacó, además, "la historia rica que tiene nuestra parte del país, las provincias de Salta, Tucumán, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero y Catamarca" integrando, en un gesto racionalmente latinoamericano, a nuestro vecino país Bolivia como partícipe apreciable en nuestra historia, porque ahí "se desarrollaron gran parte de las luchas y enfrentamientos que sirvieron, también, para sostener el avance del ejército del norte".
El diputado nacional, también, otorgó una breve reseña sobre las estrategias trazadas y llevadas a cabo por el Gral. Martín Miguel de Güemes en las batallas emancipatorias y subrayó la eminente importancia -mediando nuestra historia como vehículo efectivo para tal fin- de "encontrarnos y de reconocernos en esta parte del país en dónde planteamos no solamente un pasado común, sino, además, un futuro común" y resaltó la necesidad de discutir un modelo de coparticipación entre el sistema federal y las provincias (seamos claros, discusión trazada recurrentemente en nuestra historia, amparada en los contínuos conflictos entre el gobierno central y las provincias del interior) que "permita achicar los márgenes de desigualdad" y "asegurar la inclusión de los sectores con los cuales tenemos una deuda histórica".
Finalizando su exposición, Kosiner acuñó las palabras de Luis Colmenares sobre Güemes: "Dio cuanto pudo, hasta su vida por la emancipación de Sudamérica, el héroe mártir -Martín Miguel de Güemes-".